Las Islas Fiji se encuentran en el Pacífico Sur, a unos 4,450 kilómetros al suroeste de Honolulu. Por el oeste Tonga, al sur Tuvalu y al norte Nueva Zelanda.El país insular está conformado por 322 islas volcánicas, y 522 atolones de las cuales sólo un tercio están habitadas. Las dos islas más importantes son Viti Levu, Vanaua Levu, Taveuni, Kadavu y Rotuma. En Viti Levu se encuentra la capital del territorio llamada Suva y en este lugar viven dos tercios de la población total del país.La geografía de Fiji es montañosa y está plagada de bosques tropicales.
Hay lugares, que no necesitan palabras para describirlos. Unos destacan por sus gentes, otros por su clima, otros por su increíble fisionomía, otros por una rica gastronomía, otros por su inédita fauna... Y los hay, que lo reunen todo. Este es el caso de las Islas Fiji, donde no hace ni frío ni calor, la arena coralina se desliza por los dedos sin sentirla, y los mil y un matices de sus aguas de color turquesa, se integran de forma mágica con los litorales, lo mismo que los atardeceres, que ofrecen una sinfonía de colores rosas, morados y lilas, algo que solo se produce en los mares del sur. Al estar en las Islas Fiji hay que limitarse a observar, sentir y dejarse mecer suavemente por todo lo que te envuelve, uno no necesita más que dejar pasar el tiempo. Si algo destaca de estas islas, son sus gentes, sencillamente encantadoras, con una sonrisa y un saber hacer muy especial. Un paisaje humano que durante varias generaciones ha crecido con sabor a colonia británica, sin perder por ello toda la magia que emana de una atrayente mezcla de razas. Y nada de ello hace intuir que en su día, tal y como lo prevenía el intrépido James Cook, fue una tierra de feroces caníbales. Al menos cuando uno tiene la oportunidad de recibir los masajes. Realmente maravillosos. |
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